Combinando la experiencia para reducir la mortalidad de la granja

30 junio 2013

Combinando la experiencia para reducir la mortalidad de la granja

Como un consultor de viajes, no es poco común visitar a clientes que también han recibido recomendaciones de otros consejeros. Esto puede ser útil, especialmente cuando la consultoría cubre diferentes campos de experiencia. Es menos productivo, no obstante, cuando las recomendaciones son contrarias o proporcionan consejos conflictivos. El cliente entonces queda confundido y sin una dirección clara de cómo proceder. Un acercamiento cooperativo, en el que los consultores individuales contribuyen cada uno a partir de su propia experiencia a una solución total, da siempre más frutos.

En un caso que recuerdo, la mortalidad de los pollos tiernos tipo broiler era muy alta. El consultor residente vinculó esto a que la temperatura de incubación era muy alta, combinado con que los pollos eran removidos muy tarde. Según sus consejos, la temperatura había bajado durante los últimos días tanto cuando los huevos eran colocados, como cuando salían del cascarón. No obstante la mortalidad seguía siendo alta y de hecho comenzaba a subir. 

Antes de implementar un segundo descenso en la temperatura, el gerente de la planta de incubación me invitó a revisar la situación. Al atender el momento en que los pollitos salían del cascarón, encontramos que por cada canasta de nacedora, cuatro o cinco pollitos vivos seguían parcialmente dentro de los huevos y muchos pollitos con estómagos abultados y ombligos mal cerrados. El medir las temperaturas de los cascarones en varias incubadoras comprobó que la temperatura de incubación ya era demasiado baja. Le urgí al gerente de la planta de incubación que lo regresara a los ajustes originales, puesto que si continuaba la mala calidad de los pollitos, la mortalidad ciertamente continuaría siendo alta.

Al entrevistarnos con el consultor residente, el administrador de la planta de incubación y el gerente de la granja de pollos tipo broiler, juntos, discutieron ampliamente las razones posibles de que se hubiera incrementado la mortalidad en la granja. Parecía ser que la mortalidad no sólo fue alta durante la primera semana, sino que permaneció alta cada una de las semanas hasta que los pollitos fueron sacrificados. Esto hizo que aún fuera menos probable que la planta de incubación fuera la fuente del problema.

Eventualmente, conforme continuamos explorando los factores que podían estar contribuyendo a la situación, el consultante mencionó que había habido un problema de Aspergillus en las casas de pollos tipo broiler. Entre más hablábamos, más claro se hacía el hecho de que los Aspergillus hubieran infectado la basura del piso en las casas de pollos broiler era la razón más probable de la continuada mortalidad: un resultado de las malas condiciones del almacenaje del aserrín. Mediante la combinación de nuestra experiencia individual, nosotros encontramos la causa del problema y podíamos ahora tomar acción para remediar la alta mortalidad en la granja.

Varias semanas después de mi visita, el gerente de la planta de incubación me reportó que la calidad de los pollitos había regresado a niveles normales y que la mortalidad en la granja durante los primeros 10 días estaba bajo 1%. El proveedor estaba tratando el aserrín de madera antes de transportarlo a las granjas y las condiciones de almacenaje habían mejorado.

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Maciej Kolańczyk, Especialista en plantas de incubación sénior