Los nacimientos habían mejorado en un 3 por ciento, aunque, en dicha granja de pollos, parecía haber una incidencia de mortalidad un poco más alta entre los pollitos de una sola etapa que entre los pollitos de etapas múltiples. También me informó que el peso de los pollitos parecía alto, en un 71% del peso original del huevo y que él ahora esta experimentando deduciendo los puntos de ajuste de humedad en la incubadora.
En cuanto llegué a la granja, bien entrada la tarde, fui llevado a la granja de pollitos broiler, donde las aves de un día y medio estaban siendo resguardadas en ese momento.
En la granja en la que había pollitos provenientes de las incubadoras de etapas múltiples, noté que había pollitos muy activos, que corrían en grupos. Esto, me explicó el gerente avicultor, se consideraba normal. Se quejó de que, en comparación, los pollitos de incubadoras de una sola etapa, que se localizaban en otra casa o construcción, eran lentos y poco activos. Entendí su razonamiento: había recibido muchos pollitos excesivamente activos durante demasiados años y, para dicha planta de incubación, ello representaba un comportamiento normal de los pollitos.
No obstante, le expliqué que este tipo de “sobre-actividad” estaba en realidad relacionada con estrés por calor que experimenta el embrión durante los últimos días de la incubación y que este comportamiento no contribuiría positivamente a la producción de resultados para la granja de pollos broiler.
En la segunda casa de “una sola etapa”, observé pollitos que o estaban descansando o bebiendo de las boquillas. Esto, le expliqué, era un comportamiento mucho muy preferible que el de los pollitos sobre-activos que se encontraban en la primera casa. No obstante, incluso entre dichos pollitos de un día y medio, provenientes de incubadoras de una sola etapa, la mortalidad ya había llegado hasta el 1.65% y el gerente de dicha granja avícola esperaba que esto continuara alzándose a 2.5-3% para el día 4 ó 5. Al manejar una buena muestra de estos pollitos, los encontré demasiado “rellenitos”, con cierto número de ellos con el ombligo abierto. Algo estaba obviamente mal en la planta de incubación, puesto que todos los otros factores que podían haber explicado la diferencia entre las dos casa eran más o menos los mismos.
Aquella tarde durante la cena, hablamos ciertamente de los pollitos. El gerente de la planta de incubación me contó có,mo manejaba la planta. La rutina de etapas múltiples era poner los huevos a las 5:00 a.m., sacarlos tres semanas después a las 3:00 a.m.: siendo un tiempo de incubación de 502 horas. Me explicó que el hecho de comenzar temprano era para asegurar que los pollitos estuviesen listos para ser transportados durante las horas frías de la mañana.
Desde que habían cambiado a la incubación de una sola etapa, la planta de incubación seguía la misma rutina. No obstante, las incubadoras eran iniciadas siete horas más temprano en el programa de precalentamiento. Cando pregunté cómo aparecían los pollitos (de una sola etapa) al momento en que se abrían las nacedoras, admitió que —de hecho— los pollitos seguían mojados.
Expliqué que 502 horas de tiempo de incubación es aceptable para la incubación de etapas múltiples, donde los primeros pollitos salen antes del cascarón y el margen de nacimientos es mucho más amplio. Y el retirar a los pollitos con retraso conlleva a la deshidratación de los pollitos que salieron primero del cascarón.
En la incubación de una sola etapa, el margen de nacimientos es mucho más estrecho (12-24 horas), especialmente tras un precalentamiento correcto; en este caso, virtualmente todos los pollitos habrán salido del cascarón luego de 504 horas de incubación. Una mirada a través de la ventana puede sugerir que los pollitos están listos para ser retirados, especialmente porque los pollitos activos y esponjados se mueven hacia la luz. No obstante, de 8 a diez horas adicionales pueden aún ser requeridas para secar a los pollitos. Cuando los pollitos se sacan muy temprano, aquellos que aún están mojados pueden fácilmente resfriarse, y esto puede contribuir a un incremento de mortalidad en la granja.
A la mañana siguiente, me levanté temprano y con ganas de estar presente a las 3:00 a.m., que era la hora en la que retirarían a los pollitos. Al abrir las nacedoras, miré en varias canastas y noté un promedio de 25 a 30 pollitos con una apariencia húmeda, lo cual indicaba que habían salido completamente del cascarón sólo unas pocas horas antes.
En ese momento no podía hacer otra cosa que pedirle al gerente de la planta de incubación que retrasara por cuatro horas el momento de retirar a los pollitos, para darles la oportunidad de secarse. En el cuarto de nacedoras que estaba en la puerta conjunta, los pollitos eran esperados para un día después y allí (como medida de emergencia) incrementamos el punto de ajuste de la temperatura de 36.7°C a 39.9°C: un incremento de 0.4 – 0.5 °F. Al mismo tiempo, acordamos que dichos pollitos debían ser retirados tres horas más tarde. Aguardar más no era posible, debido a la logística y a la planeación de las labores. No obstante, dichos huevos produjeron 2% más pollitos vendibles. Y, luego de un día en la granja avícola, la mortalidad era alrededor de 0.13% en una casa y alrededor de 0.26% en la otra. ¡Un aumento significativo! A pesar de ello, yo aún sentía que los vientres de los pollitos estaban demasiado abultados, lo cual seguía indicando una pérdida de peso insuficiente.
El gerente de la planta de incubación aceptó que las incubadoras debían ser puestas a funcionar más temprano, ajustando finamente los tiempos —lo anterior basándose en las observaciones que había obtenido varias veces después de haber retirado a los pollitos. La meta debía asegurar que el 95% de los pollitos estuviesen secos, y que el 5% restante sólo tuviese pocas plumas mojadas en el área del pescuezo (cuello). También acordó aumentar un poco los puntos de ajuste de la temperatura alrededor de los días 7-10, según los registros de la planta de incubación. Le aseguré al gerente de la planta de incubación que al incrementar los puntos de ajuste también se aumentaría de manera suficiente el pérdida de peso en los pollitos como para reducir la incidencia de vientres abultados y ombligos abiertos.
Basándose en las experiencias que, hasta dicha fecha, el gerente de la planta de incubación había tenido, él confiaba que al menos 5% más de los pollitos sobrevivieran su primera semana en la planta de incubación; parcialmente al mejorar el índice de nacimientos y reduciendo de manera significativa los números en mortalidad y desechos.
Para esta operación de 12 millones de pollitos por año, este 5% equivale a 12,000,000 x 5% x € 0.25/pollito = € 150,000 / año. Cada uno por ciento adicional a lo anterior produciría € 30,000 más —y esto no toma en cuenta el efecto adicional de la mejoría en cuanto al desempeño de los pollitos debido a que tienen un mejor comienzo en su vida. Por cada punto de mejoría del FCR, se ahorran 22 gramos de alimento por cada pollo. 12,000,000 x 22g = 264,000 kg de alimento se ahorran en toda la operación cada año. Y con los precios del alimento que continúan elevándose, este es un factor importante que no debe ignorarse.