La lógica biología detrás de la necesidad de girar los huevos

Etiquetas: Incubación | Documentación técnica

Escrito por Dr. Marleen Boerjan, 24 agosto 2016

La lógica biología detrás de la necesidad de girar los huevos

Además de los parámetros de climatización, como la composición y la temperatura del aire, el volteo de los huevos es un parámetro esencial que se ha de controlar durante todo el proceso de incubación.

En las incubadoras comerciales, los huevos para incubar se colocan en bandejas de incubación con la cámara de aire hacia arriba, y se giran periódicamente en ángulos de 90° o 45° hacia cada uno de los lados de su eje longitudinal. Tradicionalmente, los argumentos que defendían la necesidad de girar los huevos con frecuencia eran (1) una mala distribución de la temperatura en la albúmina y la yema y/o (2) el riesgo de que las membranas embrionarias y extraembrionarias se adhieran a la membrana de la cáscara interna.

Sin embargo, a raíz de investigaciones más recientes, hemos llegado a la conclusión de que girar los huevos para incubar durante su incubación es esencial para el correcto desarrollo de las membranas extraembrionarias, entre las que se encuentran el amnios y el corion. Por su parte, los compartimentos extraembrionarios se llenan con líquido subembrionario, amniótico y alantoideo. Tanto las membranas como dichos líquidos son esenciales para el óptimo crecimiento y desarrollo del embrión (revisado por Deeming 2002 en: Avian Incubation behaviour, environment and evolution; Baggott et al., 2002).

La formación de membranas y compartimentos extraembrionarios es fundamental para la transferencia de nutrientes de la albúmina y la yema y, por último, pero no por ello menos importante, de la cáscara al embrión en desarrollo. Resulta especialmente importante que el desarrollo embrionario siga el ritmo del desarrollo de los tejidos extraembrionarios, de modo que, cuando el embrión empiece a crecer el día 12, los lípidos de la yema se preparen para que las venas se conviertan en un saco vitelino bien desarrollado.

Si el desarrollo de las membranas y la vascularización del saco vitelino se retrasa con respecto al embrión, el crecimiento embrionario se verá limitado. Los lípidos transportados por los vasos sanguíneos desde la yema necesitan un saco vitelino bien desarrollado para su correcta metabolización.

Por lo tanto, es crucial girar los huevos durante los días 0-7, es decir, cuando se forman la membrana del saco vitelino extraembrionario (área vasculosa y membrana vitelina) y el líquido subembrionario. Poco después de iniciarse la incubación, se desarrollan membranas extraembrionarias desde el área opaca externa del blastodermo, tal y como se puede observar por el anillo claro de membranas de la yema (Imagen a). A medida que continúa la incubación, los vasos sanguíneos se desarrollan para formar el área vasculosa (anillo de sangre), lo que ocurre al mismo tiempo que la acumulación de líquido subembrionario (Imágenes b y c). El volumen de líquido subembrionario alcanza su punto máximo en el sexto día de incubación. En los días siguientes de desarrollo embrionario, el líquido subembrionario pasa a la cavidad amniótica y al saco vitelino en desarrollo.

Day 6 of incubation

Si no se giran los huevos durante el periodo de formación de los anillos subembrionarios y de sangre, el área vasculosa no crece y el volumen total de líquido subembrionario disminuye. En consecuencia, el hecho de no girar el huevo tiene un impacto grave y negativo en el crecimiento del embrión. Si los embriones no se giran durante los días 4 a 7, la absorción de nutrientes se ve afectada, lo que retrasa el periodo de eclosión y produce una mayor variabilidad en la viabilidad de los pollos. Po lo tanto, podemos concluir, sin miedo a equivocarnos, que girar los huevos es tan importante como los parámetros de climatización de humedad relativa y temperatura en la incubación, no solo a efectos de optimizar la calidad del embrión, sino también para lograr un periodo de eclosión más corto.

Consejo

  • Considere el proceso de volteo de los huevos durante la primera semana de incubación como un proceso fundamental para lograr un crecimiento embrionario óptimo.
  • Si, en el momento de la eclosión, se encuentra con que más del 75 % de los embriones han muerto en una etapa similar de desarrollo, lo más probable es que la causa sea el hecho de no haber girado los huevos durante los primeros 10 días de incubación.
  • El hecho de no llevar a cabo esta práctica puede resultar en un mayor número de incidencias de malposición II (cabeza en el extremo pequeño), especialmente en huevos de camadas más viejas.
  • Los periodos de eclosión más largos y la presencia de embriones inesperadamente pequeños también pueden sugerir un fallo en el giro de los huevos durante la primera semana de incubación.

Escrito por Dr. Marleen Boerjan

Academy director

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