Etiquetas: Gestión de plantas de incubación | Documentación técnica
14 enero 2016
,Los programas de incubación, por muy buenos resultados que tengan, nunca son definitivos. Tarde o temprano, tendrán que adaptarse a los cambios del clima, a la raza y la calidad de los huevos, a las actualizaciones técnicas de las ponedoras o incubadoras y a muchos factores más. La necesidad de adaptación la marcarán los resultados obtenidos en términos de incubabilidad y calidad de los pollos. La supervisión periódica de la temperatura de la cáscara de los huevos, así como del rendimiento y la pérdida de peso de los mismos, por ejemplo, puede arrojar indicios tempranos de la potencial necesidad de realizar cambios.
Cada planta de incubación funciona en su contexto específico y único, y sus programas de incubación han de ser específicos, con el fin de adaptarse a las condiciones locales. Implementar un programa de incubación que sea exitoso para otra planta de incubación, incluso una que funcione en condiciones similares a las suyas, no suele ser la mejor opción.
Antes de configurar el programa de incubación, resulta sumamente útil responder a una serie de preguntas, como las que constan a continuación:
En resumen, es importante establecer por qué se debe cambiar un programa y de dónde provienen los problemas.
Los programas de incubación son proyectos complejos: la expresión de una estrategia que conduce al desarrollo óptimo de los embriones, en la que cada elemento del programa se combina e influye en los demás. En general, los programas de incubación (estrategias) se diseñan en aras de una tarea aparentemente simple:
El objetivo es lograr todo esto con necesidades de calefacción, refrigeración y humidificación mínimas, en aras de una mayor eficiencia energética; y lo que pueden parecen pequeños cambios (como el cambio del punto de ajuste en 0,5 °C o de la humedad relativa en un 2-3 %) pueden marcar una gran diferencia sobre los resultados finales. El hecho de incrementar ligeramente la ventilación refrescará el aire, pero también disminuirá la humedad, aumentará el efecto de refrigeración y obligará a la máquina a restablecer los puntos de ajuste.
Las preguntas «¿qué cambio se ha llevado a cabo?», «¿cuándo?» y «¿durante cuánto tiempo?» pueden transformar una tarea simple en un tema sumamente complejo. El punto de partida para elaborar un nuevo programa debería ser un programa existente que, hasta hace poco, generara resultados «aceptables», a partir del cual se habrán de ir haciendo cambios de uno en uno, con el fin de evaluar su impacto y hacer evolucionar, en lugar de revolucionar, la programación de la incubación.
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