Etiquetas: Incubación | Documentación técnica
12 febrero 2015
,Al comienzo de la producción de huevos, los gestores de los criaderos buscan el rápido aumento de peso de los huevos, con el fin de alcanzar el peso mínimo comúnmente aceptado, entre 50 y 52 g, lo antes posible. A continuación, con una gestión adecuada de los criaderos, se debería dar un aumento progresivo y mucho más lento del peso de los huevos. El peso máximo se suele establecer en función de si encajan o no en las bandejas de incubación, lo que se traduce en un peso de unos 70 a 75 g.
Como norma general, cuanto más vieja es la camada, más grandes (y pesados) son los huevos. Sin embargo, en las plantas de incubación, los huevos grandes (>70 g) de las camadas de pollos reproductores de más de 50 semanas representan un verdadero reto en lo que respecta a la incubación. Los resultados de la incubación, tanto en términos de incubabilidad como de calidad de los pollos, a menudo no son tan buenos como los obtenidos con huevos más pequeños. La pregunta es ¿qué se puede hacer para maximizar sus resultados?
Después de alcanzar la cima de la producción, a medida que va aumentando el tamaño de los huevos, también se puede observar una disminución de la calidad de la cáscara (mayor riesgo de aparición de pequeñas grietas), menores puntuaciones en lo que a higiene se refiere, albúminas más finas, un germen más débil y, a menudo, también una menor fertilidad. Estos factores, que socavarán los resultados de incubación, solo se pueden evitar mediante una buena gestión de los criaderos.
Además, los huevos más grandes precisan de un enfoque específico durante su incubación. Cuando una ponedora está llena de huevos grandes, en lugar de pequeños, tarda más en alcanzar los puntos de ajuste establecidos, por lo que aumenta el tiempo total de incubación. A efectos de afrontar este reto, los huevos grandes de las camadas más viejas se han de colocar antes o, cuando se cargan junto con huevos más pequeños en la misma ponedora, se han de extraer en último lugar. Precalentar las ponedoras durante 5-7 horas a unos 25 °C puede compensar parcialmente esta diferencia en el tiempo de incubación.
La fertilidad es otro punto importante que también se ha de tener en cuenta. Si la fertilidad de los huevos más grandes, de camadas más viejas, sigue siendo elevada, por ejemplo, debido a la inseminación artificial o a la excelente gestión de los criaderos, se puede esperar que la producción de calor metabólico total sea mayor durante la segunda mitad de la incubación que en lotes de menor fertilidad. En los sistemas de incubación de una sola etapa, esto se puede compensar incubando lotes de huevos grandes y fértiles a un perfil de temperatura más bajo, lo que resultará mucho más fácil si se colocan en una ponedora diferente a los demás huevos. En función de la temperatura de la cáscara de los huevos, se puede ajustar la configuración de la temperatura del programa de incubación, con el fin de evitar el sobrecalentamiento de los embriones.
Cuando se hayan de combinar con huevos más pequeños, trate de equilibrar la carga de la ponedora, colocando los huevos grandes y muy fértiles más cerca del ventilador, donde la velocidad del aire sobre los huevos es mayor. Los huevos grandes ofrecen una mayor resistencia a la hora de lograr un flujo de aire óptimo sobre los huevos y, colocándolos de esta manera, se facilita la reducción efectiva del calor metabólico.
Por último, con el fin de optimizar los resultados con huevos más grandes, tenga en cuenta la pérdida de peso que sufren los huevos durante la incubación. La mala calidad de la cáscara se traduce en una mayor porosidad, y los huevos grandes precisan de una mayor humedad relativa para evitar la pérdida excesiva de peso y la deshidratación de los embriones. Por el contrario, los huevos con fertilidad reducida generan menos calor metabólico, por lo que precisan de un punto de ajuste de humedad relativa más bajo, con el fin de evitar una pérdida de peso insuficiente. Determinar la pérdida de peso de los huevos durante la incubación ayudará a encontrar los puntos de ajuste de humedad adecuados.
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