Cómo evitar la contaminación cruzada en las plantas de incubación

Etiquetas: Gestión de plantas de incubación | Documentación técnica

Escrito por Gerd de Lange, 12 noviembre 2015

Cómo evitar la contaminación cruzada en las plantas de incubación

Habida cuenta de su importante posición intermedia entre los criaderos y los centros de producción de carne avícola y huevos, la higiene óptima de las plantas de incubación desempeña un papel fundamental en la prevención de la propagación de patógenos en la cadena de valor de las aves.

La higiene de las plantas de incubación depende de tres áreas fundamentales:

  1. evitar que los patógenos entren en la plata de incubación, es decir, mantener la bioseguridad;
  2. evitar la contaminación cruzada o la transferencia de patógenos dentro de la planta de incubación;
  3. inhibir el desarrollo de microorganismos patógenos adicionales en la planta de incubación a través de procedimientos de limpieza y desinfección.

Este artículo se centra en la prevención de la contaminación cruzada desde salas relativamente «sucias» de la planta de incubación, como la sala de procesamiento de pollos, a lo que debería ser la sala más limpia, la sala de incubación.

Para evitar la contaminación cruzada, es importante delimitar claramente las diferentes zonas de la planta de incubación, en términos de higiene: área de llegada de huevos; sala de ponedoras; sala de ovoscopia/traslado; sala de incubadoras; sala de manipulación y salida de los pollos. En una planta de incubación bien diseñada, la implementación práctica de la norma de «lo limpio nunca debe encontrarse con lo sucio» no resulta difícil de cumplir. Por ejemplo, los huevos que se transfieren a la incubadora no han de cruzarse en el camino de los pollos que se acaban de extraer. Una vez lavados y desinfectados, los cestos de incubación no pasan por la sala de pollos ni por ninguna otra zona en la que se lleve a cabo el procesamiento de los mismos, de camino a la sala de traslado. Y, lo que es más importante, el personal de las plantas de incubación, entre los que se incluyen los técnicos responsables del mantenimiento de la mismas, no podrá acceder caminando desde la sala de procesamiento de pollos hasta la sala de las ponedoras durante los días de incubación. El uso de elementos como ropa y calzado de diferentes colores en la planta de incubación, así como de suelos de goma, ayudan, en gran medida, a reforzar un comportamiento responsable en términos de higiene por parte del personal de la planta de incubación.

Los «huevos bomba», a menudo causados por Pseudomonas spp, son una fuente importante de contaminación cruzada entre los diferentes lotes dentro de la misma ponedora. Para reducir el riesgo de este tipo de contaminación cruzada, los lotes con una mayor incidencia de «huevos bomba» han de trasladarse a la incubadora en último lugar.

Por otra parte, la estricta aplicación de la norma «un lote por incubadora», que se puede cumplir fácilmente limitando la capacidad de las mismas, evita en gran medida el riesgo de contaminación cruzada, por ejemplo, de lotes más antiguos a los más jóvenes. En una planta de incubación bien diseñada, el número de incubadoras por sala de incubación se basa en la producción diaria de pollos. Esto evita la recontaminación después de la limpieza y la desinfección, lo que minimiza el riesgo de que se contamine el lote de huevos que se va a incubar al día siguiente.

El plumón de los pollos es otro potencial contaminante que se transporta fácilmente por el aire. Por lo tanto, se han de controlar sus movimientos, con el fin de evitar la contaminación cruzada. La sala de ponedoras ha de ser la sala más limpia de la planta de incubación, por lo que habrá de mantenerse con sobrepresión en relación con el resto de salas de incubadoras. Se debe evitar la acumulación de plumón en los conductos de aire, ya que puede convertirse en un caldo de cultivo para hongos como el Aspergillus spp. El aire que sale de las incubadoras y, preferiblemente, también de las ponedoras, ha de ir a parar directamente a los plenums de salida, que pueden limpiarse y desinfectarse con facilidad. El uso de conductos de aire debe restringirse únicamente al aire limpio y sin usar.

En las incubadoras, es normal que haya condensación en la superficie de enfriamiento, y la mayoría de las pelusas quedarán atrapadas por esta humedad si la superficie es lo suficientemente grande. La integración de las tuberías de refrigeración dentro de los paneles de la pared crea una gran superficie que minimiza significativamente el riesgo de contaminación cruzada, al tiempo que reduce considerablemente el tiempo de limpieza y ofrece excelentes resultados de desinfección.

Consejo

  • Organice sesiones de formación periódicas en materia de higiene para el personal de la planta de incubación; las personas suelen ser el eslabón más débil de la «cadena de higiene».
  • Aplique estrictamente la norma de «lo limpio nunca debe encontrarse con lo sucio», tanto para los huevos como para las personas, el aire y artículos como carros y bandejas.
  • Mantenga la sala de las ponedoras en condiciones de sobrepresión con respecto al resto de las salas de incubación, para evitar la entrada de pelusa.
  • Traslade los lotes con una mayor probabilidad de contener «huevos bomba» a la incubadora en último lugar.
  • Planifique la producción diaria de pollos en función del número de incubadoras por sala de incubación.

Escrito por Gerd de Lange

Especialista sénior en aves de corral

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