Cómo elegir la ubicación de una planta de incubación

A estos efectos, existen cinco factores que se han de tener en cuenta: ordenanza de distrito, medioambiente, infraestructura, altitud y suelo, que se han de estudiar en detalle para determinar si una ubicación es adecuada o no.

Tenga en cuenta la ordenanza del distrito, así como cualquier permiso necesario para comenzar la construcción de la planta de incubación. En tanto que edificio industrial, su construcción puede suscitar preocupaciones, por ejemplo, en lo que concierne a la contaminación o al impacto medioambiental, que podrían resultar en restricciones en la ubicación seleccionada. ¿Se han proyectado planes de desarrollo para el futuro en la zona en la que se piensa instalar la planta de incubación? Resulta recomendable verificar estos aspectos antes de realizar cualquier inversión.

Con el fin de garantizar la bioseguridad de la planta de incubación, esta se ha de construir a una distancia de, al menos, entre uno y tres kilómetros de cualquier otra granja avícola o ganadera. Se ha de tener en cuenta la dirección predominante del viento, especialmente en relación con los puntos de entrada y salida de aire de la incubadora, con el fin de evitar la entrada de polvo y contaminantes del exterior.     

Una buena infraestructura prevé las necesidades de accesibilidad, energía y comunicación de datos de la planta de incubación, tanto para su puesta en marcha como con vistas de futuro. La facilidad de acceso resulta fundamental para las plantas de incubación modernas. Una carretera mal pavimentada hará que los huevos vibren dentro del camión, lo que puede conllevar la reducción de su calidad. Otro factor igual de importante que se debe tener en cuenta es que la ubicación de la planta de incubación en relación con sus clientes, ya que puede mejorar significativamente la logística y ayudar a reducir los costes.

Por otra parte, la planta de incubación necesita energía para funcionar y, dependiendo de su tamaño, una cierta cantidad de capacidad eléctrica, de refrigeración y de calefacción. Estos pueden provenir de una gran variedad de recursos energéticos. La fuente principal puede ser la red eléctrica local, y un lago o río cercano, por ejemplo, pueden servir a modo de excelente fuente de refrigeración. Resulta fundamental que, para todas y cada una de las diferentes necesidades energéticas de la planta de incubación, se disponga de un suministro eléctrico ininterrumpido, por lo que resulta prudente prever la instalación de dispositivos de emergencia.

La comunicación de datos resulta fundamental para cualquier empresa moderna. Un buen acceso a Internet permitirá que el software de la maquinaria se actualice y que se pueda acceder a las funciones de asistencia de forma remota, y proporcionará la opción de iniciar sesión desde cualquier lugar y en cualquier momento, con el fin de verificar el funcionamiento de las instalaciones.

La incubabilidad y la calidad de los pollos se pueden ver afectadas por la altitud a la que se encuentre la planta de incubación. La presión barométrica disminuye con la altitud, al igual que la presión parcial del oxígeno y la humedad absoluta. El aire fresco de la ventilación tenderá a ser más frío y seco en altitudes más altas que al nivel del mar. Estos efectos pueden minimizarse, dependiendo de la altitud a la que se producen los huevos para incubar y de los correspondientes ajustes del programa de incubación.

Por último, las propiedades de los diferentes tipos de suelo difieren y, por ejemplo, pueden ser más propensos a la expansión o a los movimientos de tierra que otros tipos de suelo. Si el terreno de la ubicación de la nueva planta de incubación es inestable, podría comprometer la estructura de la planta, resultando en la aparición de grietas en las paredes o de problemas en la cimentación. Un minucioso análisis del suelo determinará el tipo y la profundidad de los cimientos necesarios para la planta de incubación, lo que le permitirá realizar una previsión precisa de los costes del tipo de cimientos necesarios.      

Consejo

• Consulte cualquier permiso o restricción de planificación y cualquier plan de desarrollo futuro para el distrito en el que se ubicará la planta de incubación
• Supervise y asegúrese de mantener un alto nivel de bioseguridad en la zona que rodea la planta de incubación, en aras de minimizar o prevenir cualquier riesgo de contaminación
• Asegúrese de que los suministros de energía sean estables y fiables para proteger la planta de incubación frente a posibles fallos o daños de la maquinaria
• Consulte con especialistas para obtener asesoramiento y orientación en lo que respecta a los efectos de la altitud en el programa de incubación
  Analice las características geográficas y las propiedades del suelo de la ubicación, con el fin de prever el tipo de cimientos necesarios para la planta de incubación.