Una visita rápida a la granja de reproductores

Mientras observaba la transferencia, noté que una parvada en particular tenía muchos despejes, ¡aunque esta era una parvada excelente! El gerente de la planta de incubación dijo que esta parvada era conocida por tener muchos claros, pero cuando les pregunté si sabían por qué, no hubo respuesta.

Entonces, me coloqué al final de la cinta transportadora que quita los claros y jugué un juego de atrapar el huevo durante la caída hacia la tolva. Muchos de los huevos que atrapé tenían grietas finas y/o estrelladas. Esto requirió una mayor investigación de los huevos frescos provenientes de la granja de reproductores.

La granja de donde procedían estos huevos era relativamente nueva; esta parvada fue la primera ronda en este establo y ni los propietarios ni el personal tenían experiencia previa con aves de corral. Entonces, si bien es fácil mirar los huevos y sacar sus conclusiones, todos sabemos que ser completamente nuevo en algo siempre es difícil. Mientras hablábamos de esto, se presentó la oportunidad de ir a visitar la finca. Si bien los especialistas en incubación a menudo van a los criaderos, no siempre tienen la oportunidad de visitar la granja de reproductores, así que, por supuesto, aproveché la oportunidad.

A medida que hacíamos nuestras rondas por los diferentes graneros, aplicamos las mismas reglas que a menudo les digo a nuestros clientes: ¡mantén los ojos, la nariz y los oídos abiertos, y tu cerebro encendido! Y, por supuesto, si ve algo, no tenga miedo de ensuciarse las manos. Solo queda uno de los cinco sentidos básicos, pero cuando se trata de huevos de reproductoras y pollitos de un día, ¡prefiero saltarme la parte de la degustación!

Este sencillo truco nos ahorró mucho tiempo ya que inmediatamente nos indicó la dirección correcta. Mientras estábamos de pie en el establo, nuestros oídos captaron el sonido familiar de los huevos chocando. Caminamos hacia la fuente de este sonido: los nidos de puesta. A medida que los huevos rodaban hacia la cinta transportadora, adquirieron tanta velocidad que chocaron contra el borde de la cinta transportadora. Probablemente aquí era donde se estaban formando las grietas finas. Más tarde, cuando echamos un vistazo al punto donde los huevos salían de la cinta transportadora del granero y pasaban a la cinta transportadora central de huevos, escuchamos aún más ruido. Aquí, vimos que los huevos se vieron obligados a dar un pequeño salto antes de aterrizar en el transportador central, dejando una grieta en forma de estrella. Levantando ligeramente el transportador central, los huevos rodaron suavemente sin ningún problema. Entonces, al hacer un par de ajustes simples, la incidencia de grietas capilares disminuyó de 3.1 a 0.7 % y tanto el propietario de la granja de reproductoras como la planta de incubación experimentaron un cambio para mejorar.