El esmalte de uñas no es la solución

En el momento de mi visita, se estaba produciendo una eclosión, así que aproveché la oportunidad para dejar a un lado algunas canastas de incubación para una ruptura de huevos no eclosionados. Me pareció que este número era más alto de lo que debería ser, especialmente si se tiene en cuenta el hecho de que los huevos se vieron al trasluz en el momento de la transferencia. Tan solo en el tercer huevo, encontré una cubierta de polvo verdoso en la membrana de la célula de aire... ¡Aspergillus! Y no era solo este huevo… en cada canasta de incubadoras encontré algunos. ¿Cómo había encontrado este desagradable hongo en tantos huevos? La respuesta se encontró rápidamente. En la sala de almacenamiento de huevos, apagamos la luz y usamos una lámpara de velas para inspeccionar los huevos, y encontramos muchos huevos agrietados, lo que también explicaría la gran pérdida de peso. Mirando los pisos de plástico de 30 huevos, las ubicaciones de las grietas coincidían exactamente con sus bordes afilados. Combinado con la altura de apilamiento y las malas condiciones de la carretera, bastantes huevos no sobrevivieron el corto viaje entre la granja de reproductores y la planta de incubación.

Fue entonces cuando recordé un curso de capacitación en administración de plantas de incubación un año antes en Indonesia, donde un participante entusiasta compartió su solución para las grietas finas... ¡esmalte de uñas! Por supuesto, reparar las grietas con esmalte de uñas habría ayudado a evitar que los huevos perdieran demasiado peso, pero habría sido demasiado tarde para evitar el Aspergillus.

Se llamó al gerente de la granja de reproductoras y, junto con el gerente de la incubadora, se discutió el manejo de los huevos desde el nido hasta la incubadora, para que pudieran trabajar en la causa principal de la alta pérdida de peso del huevo y la contaminación por Aspergillus: minimizar la incidencia de grietas finas. Los dejé ahí y me sentí seguro de que el esmalte de uñas no sería necesario.