Calidad de los huevos incubables

Etiquetas: Manipulación de huevos | Documentación técnica

Escrito por Gerd de Lange, 1 septiembre 2015

Calidad de los huevos incubables

El porcentaje de nacimientos y los datos que se obtienen al evaluar a los pollitos son las referencias más importantes para optimizar la administración del sistema de incubación. La edad del lote de aves, el número de días en almacenamiento y el programa de incubación, típicamente se incluyen en el análisis y la optimización de los resultados de la planta de incubación, sin embargo, muy a menudo se le pone poca atención a la calidad de los huevos incubables. Mientras que la calidad externa es a menudo tomada en consideración, existe un gran debate referente al control regular de calidad interna.

En el sentido más amplio, la calidad del huevo se ha visto afectada por la selección genética, por las características de la producción, como el crecimiento, el cambio radical en la alimentación, el número de huevos y la calidad del cascarón. Las compañías dedicadas a la crianza de aves reproductoras generalmente le ponen menos atención a los parámetros de los huevos en sí, que al porcentaje de nacimientos y a la calidad de los pollitos, esto ha traído como consecuencia un aumento en la variabilidad entre los lotes de huevos incubables.

Las investigaciones en curso demuestran que  la selección genética para conseguir el tipo de producción deseada crea mayores demandas en la administración de aves reproductoras que lo relacionado con la administración del alimento: su composición y restricción. La selección genética ha influido en el tamaño de los huevos, el radio de la yema en relación a la albúmina y la calidad del cascarón. La correcta restricción de alimento influencia el desarrollo del tracto reproductivo y ayuda a que los nutrientes provenientes de la yema y la albúmina estén disponibles para el embrión en crecimiento. Adicionalmente, conforme la administración de las aves reproductoras se ha ido volviendo más complicada, el riesgo de estrés, machos agresivos y sobresaturación de aves ha aumentado, trayendo consecuencias en la calidad del huevo (embrión).

En conclusión, si se utilizan protocolos específicos para optimizar la administración de la incubación, es necesario evaluar rutinariamente la calidad de los huevos incubables. Más adelante presentaremos un breve sumario de parámetros internos y externos.

Forma del huevo

Un huevo incubable de buena calidad tiene un lado romo que contiene una pequeña célula de aire y un lado afilado claramente reconocible. Muchos huevos anormales o deformes suponen inmadurez en la glándula del cascarón, que la gallo y la gallina ponedora son muy jóvenes, o que hay enfermedad, estrés y sobrepoblación en el lote de aves.

Cascarón

Los cascarones de huevos incubables de buena calidad son lisos, sin bordes ni pequeñas protuberancias de material calcificado (granos). El color de los huevos del lote es uniforme. Los lotes de aves jóvenes producen huevos con cascarones más gruesos; conforme las aves envejecen los cascarones de los huevos que producen se vuelven más delgados y la incidencia de cascarones anormales aumenta. Si el alimento que consume el lote de aves no cuenta con suficiente contenido de calcio o vitamina D3, los huevos que produzcan tendrán cascarones delgados.

Un agua para beber salina y con altos niveles de cloro producirá problemas en la calidad del cascarón. Un cascarón de blanco anormal o muy delgado puede indicar una variedad de enfermedades (IB, NCD, EDS).

Albúmina

Los huevos incubables de buena calidad contienen una más alta proporción de albúmina espesa y viscosa en relación con la albúmina menos espesa. El volumen de albúmina espesa se reduce cuando las aves ponedoras son viejas y después del almacenaje. Una albúmina de buena calidad es translúcida con un tenue dejo verdoso o amarillento que denota la presencia de riboflavina. La presencia de carne o manchas de sangre apuntan a que existe estrés o sobresaturación en el lote de aves.

Yema

El tamaño de la yema incrementa conforme el lote de aves envejece y por lo tanto el radio de la yema en relación a la albúmina también incrementa. En huevos incubables de buena calidad, la yema tiene un color uniforme sin rastros de manchas de sangre o carne. Las yemas moteadas sugieren estrés en el lote de aves.

Embrión

El embrión flota sobre la yema. En el huevo no incubado, el embrión es visible como un anillo opaco en forma de dona con un centro translúcido. Un embrión de buena calidad mide de 3 a 5 milímetros de diámetro.

Consejos:

  • Cuando se trate de optimizar la economía de la planta de incubación, no pase por alto la calidad de los huevos.
  • Utilice formas específicas para registrar la calidad de cada lote de huevos que se reciba en la planta de incubación.
  • Por cada lote de huevos que reciba, registre el número de huevos de buena calidad y el número de huevos que no satisfacen los estándares requeridos.
  • Tome una muestra mínima de 10 huevos para registrar la calidad del embrión, la albúmina y la yema.
  • Comuníquese abiertamente con su proveedor de huevos respecto a la calidad de los huevos, teniendo como meta común mejorar y/o mantener la calidad.

Escrito por Gerd de Lange

Especialista sénior en aves de corral

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