Realizar o no realizar la ovoscopia, he ahí la cuestión...

Etiquetas: Ovoscopia y traslado | Documentación técnica

Escrito por Gerd de Lange, 11 septiembre 2014

Realizar o no realizar la ovoscopia, he ahí la cuestión...

Durante el proceso de incubación, los huevos se someten a un procedimiento de ovoscopia, con el fin de determinar el número de huevos infértiles y con embriones muertos, conjuntamente denominados «huevos claros». Esto se puede realizar a partir del día 5 o 6 de la incubación con luces de ovoscopia individuales, pero requiere mucho tiempo y conlleva un mayor riesgo de cometer errores durante el procedimiento (por ejemplo, descartar por accidente un huevo con un embrión vivo).

El riesgo de cometer dichos errores durante el procedimiento de ovoscopia se reduce drásticamente si se lleva a cabo entre los días 9 o 10 de la incubación. En este momento, también se puede utilizar la denominada «mesa de ovoscopia», mediante la cual se ilumina la bandeja de incubación desde abajo. El uso de mesas de ovoscopia supone un ahorro considerable de tiempo con respecto al uso de luces de ovoscopia individuales, a expensas, sin embargo, de la precisión. Esto se debe a que cuando el número de «huevos claros» es elevado, la luz que se escapa a través de los huecos vacíos de la bandeja de incubación (o inundación lumínica) hace que resulte más difícil identificar los demás huevos claros de forma concluyente. En consecuencia, en muchas plantas de incubación, se lleva a cabo la ovoscopia el día del traslado a la incubadora, ya que resulta mucho más eficiente en términos de tiempo y productividad laboral. Cuando se comprueban los huevos de esta manera en el momento del traslado, se puede usar un equipo de ovoscopia automático que ilumina todos los huevos antes de retirar los huevos claros, sin por ello incidir en una menor precisión como consecuencia de la inundación lumínica.

Existen varios motivos para llevar a cabo el proceso de ovoscopia

  1. Detección temprana de problemas en los criaderos, así como durante la manipulación y la incubación de los huevos, especialmente si se combina con un análisis de rotura de huevos.
  2. Creación de un conjunto de datos de referencia específicos de la planta de incubación, en combinación con un análisis de rotura de huevos.
  3. Estimación del porcentaje esperado de pollos viables.
  4. Reducción de los residuos de incubación. En algunos casos, los huevos claros pueden tener un cierto valor de mercado, mientras que separar los huevos para la posterior gestión de residuos de los huevos sin eclosionar puede acarrear costes.
  5. Repercusiones positivas en la incubabilidad y la calidad de los pollos.

Si se tienen en cuenta las razones 1-3, bastaría con someter a un número representativo de huevos al proceso de ovoscopia. Sin embargo, si se tienen en cuenta los motivos 4 y 5, se habría de realizar el procedimiento de ovoscopia con todos los huevos, y eliminar los huevos claros.

Las investigaciones de Reis et al (1993) arrojaron una mejora en la calidad de los pollos como consecuencia de la eliminación de los huevos claros durante el proceso de ovoscopia, especialmente en lotes de camadas más viejas. Los estudios realizados por Embrex Inc. (IHP, volumen 17, número 7) también hacen referencia a las ventajas de eliminar los huevos claros durante el traslado y antes de la vacunación in ovo. Esta tendencia parece ser más representativa en el caso de camadas más viejas, tal y como demuestran los resultados de los estudios realizados en la práctica por la Academia Pas Reform con sus clientes, así como por los gestores de plantas de incubación más experimentados.

Los huevos claros que se transfieren a la incubadora pueden fomentar una mayor inestabilidad en las condiciones de climatización de los cestos de incubación, ya que no producen calor metabólico. Cuando se usan separadores automáticos de pollos, los huevos claros pueden romperse, lo que conlleva la producción de pollos de menor calidad.

Consejo

  • No lleve a cabo el proceso de ovoscopia entre los días 11 y 14 de la incubación, ya que interrumpe el movimiento del embrión a lo largo del eje del huevo.
  • Si se somete a los huevos al proceso de ovoscopia entre los días 9 y 10, los espacios que quedan vacíos en la bandeja de incubación han de llenarse moviendo los huevos restantes hacia atrás, con el fin de crear filas completas, dejando las primeras filas vacías.
  • Retire los huevos claros cuando el porcentaje de los mismos supere el 10 - 15 %. Cuando el porcentaje de huevos claros sea inferior al 10 %, no existe necesidad directa alguna de eliminarlos antes del traslado.
  • Si durante la ovoscopia, el día del traslado, se retiran más de 30 huevos de una bandeja de incubación de 150 huevos, coloque, en esta última, huevos de otra bandeja, con el fin de asegurarse de que todos y cada uno de los cestos de incubación están llenos. Lo ideal es que, cuando están en el cesto de incubación, los huevos se encuentren en contacto entre sí; parece que las vibraciones causadas por los primeros polluelos en eclosionar hacen que otros pollos también comiencen a picar sus cáscaras.
  • Documente la cantidad de huevos claros que encuentre y considere la opción de llevar a cabo un análisis de rotura de huevos en una muestra representativa de huevos.

Escrito por Gerd de Lange

Especialista sénior en aves de corral

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